sábado, 28 de abril de 2012

Ella y yo

she & him
Lo normal era que una mañana dejaras de mirar las cosas como recién llegada de la época del renacimiento, no por tu falta de interés hacia las nuevas tecnologías, más bien por tu forma de ver en todos lados cúpulas de Brunelleschi, en la forma y en el fondo.

Y era en eso donde yo, sin saberlo, había basado mi parte del amor. En tu despertar explosivo hacia el nuevo día. En tu medida renacentista de los momentos cotidianos. Pero aquello no podría durar, me decía, por una eternidad. No siempre podría esculpir un David de mármol en miniatura. No siempre mis manos olerían a pintura como aquella vez que pintamos la pared de casa y el suelo quedó convertido en un cuadrado de vanguardia minimalista.

No siempre sonaría la misma canción. Ya sabes, ella era una mujer primitiva.  

Era normal que una mañana se torciera la antena del tejado y no sintonizáramos más que radios aburridas y canales de vendedores ambulantes y opacos videntes. Los primeros síntomas de un mundo en perpetuo colpaso que nos catapultaría hasta el primer día de colegio allá lejos en la infancia. Y entonces... 

Big Bang...

Y entonces... 

Big Crunch...

Pero las palabras enigmáticas una mañana, "yo he amado esa cúpula durante tantas noches que casi he perdido su presencia original", ¿qué podían significar después de tanto tiempo?

jdlc

lunes, 23 de abril de 2012

sábado, 21 de abril de 2012

7. Manzanas

La manzana no cae del árbol para justificar una ley física. La manzana cae del árbol por la inercia del aburrimiento acumulado en la esencia de ser manzana. 

¿Lo has comprendido?

Piensa en la atracción de los cuerpos y en los millones de años orbitando en órbitas concéntricas. 

Piensa en el amor.

¿Me comprendes, ahora? 

jdlc
 

viernes, 20 de abril de 2012

Casa hipotecada

La casa y el sofá
esperando, el televisor
encendido.


¿Por qué llora
el mando a distancia
en la cocina?


jdlc

miércoles, 18 de abril de 2012

sábado, 14 de abril de 2012

jueves, 12 de abril de 2012

Cosas que hemos hablado esta noche

Te lo dije una vez hace muchos años, La luna es la misma desde cualquier posición de la tierra. Te lo dije la misma noche que te preguntaba sobre el paso del tiempo en forma de arrugas en la comisura de los labios, y cómo interpretarlo. Y cómo superarlo.


No tendrías que volver al lugar del crimen porque las huellas estaban borradas de una forma perfecta y minuciosa. Me amarías una noche. Me amarías dos noches. Entonces yo te mostraría el disfraz de Elvis, escondido en el armario tras los viejos trajes de fiesta. No el disfraz de Elvis de aquellos carnavales insípidos. El verdadero disfraz de Elvis, el último traje de Elvis en los días del principio de la decadencia, en el fin de la noche de los tiempos. ¿Recuerdas?


Te lo dije una vez hace muchos años, Cuando te haya contado toda mi vida, comenzaré a contarte el resto, mi otra vida, la vida imaginada junto a ti antes de que aparecieras, la vida imaginada para mostrarte el otro lado de la luna.


jdlc

lunes, 9 de abril de 2012

6. Por siempre joven

Imlil (jdlc) 
A modo de despedida los árboles agitaron sus ramas y los copos de nieve comenzaron a caer como si hubiera llegado el invierno. Los árboles eran los primeros seres vivos que superaban en altura a las montañas y estaban todavía por escalar, vírgenes sus cumbres. 

 Llegaron a ser tan altos que las ramas estaban cubiertas de nieve perpetua y era siempre Navidad sobre la tierra.

jdlc




miércoles, 4 de abril de 2012

Saludo generacional

Querida Atenea:
conservo escondida
la vieja armadura


Todavía la infancia
acaricia por las noches
la superficie de bronce.


jdlc





lunes, 2 de abril de 2012

Refracción lunar

¿Lo recuerdas?


Yo te preguntaba el color de los ojos y tú
siempre jugando a las adivinanzas
los dejabas en blanco. 


jdlc

domingo, 1 de abril de 2012

5. Huida


 Vancouver (jdlc)
La ciudad se fue de nosotros sin avisar. 

 Al volver, ya no estaba en el lugar que indicaban las coordenadas del gps y un solar en venta anunciaba la próxima construcción de dúplex y tríplex adosados entre hierbajos y arbustos indomables.

 Un saltamontes saltó sobre el crepúsculo y salió una rana que croaba como hambrienta o sedienta de más amor. 

 Mañana será otro día y buena suerte, dijeron en el circo los payasos. Buena suerte, repitieron los amantes del puente de los suicidas. Buena suerte, clamaron los últimos bañistas antes de su viaje nocturno.

 Y no habrá mañana para los habitantes de Siempre Jamás. 

 Y ya es mañana. 

 Dumbo se elevó en el aire y no hubo asombro entre los presentes. Ha muerto la inocencia. Los niños nacerán adultos o no nacerán.

 No esperó la ciudad la llegada de los buenos. Los malos arrasaron el horizonte. 

jdlc