domingo, 19 de febrero de 2017

Crónica 93


Temas de trabajo. La canción de los Beatles, A Day in the life. Las canciones de doble título como, por ejemplo, la canción de los Beatles, I want you (she's so heavy). Las canciones que son dos canciones o son una única canción pero desde un plano diferente y nos gustan como, por ejemplo, la canción de los Beatles, Strawberry Fields Forever. Y que siempre que la noche se emcociona, o que pierdes el equilibrio y sabes que volverás al punto de partida quizas más experimentado, terminamos tarareando el inicio de Sexy Sadie y pensamos, qué remedio, en el Maharishi y todo eso. El amor y todo eso. El amor... y todo eso.. 
 jdlc, 19 febrero 2017 

Un Día (Te Quiero)
Un día verás arder la casa del vecino
y la gente corriendo por la calle despavorida
gritando proclamas existenciales incomprensibles
como si el fin del mundo o de las crisis sentimentales
estuviera ya cerca.

Un día mirarás el periódico
como una novela futurista y extraña
asumiendo que la vida o las noticias
dejan de ser vida o noticias
cuando se miran desde la perspectiva
del hombre futuro que regresa al presente.

Un día daré por terminado el tiempo
del silencio sentimental y me acercaré
como un animal en busca de mi presa.
Me acercaré a tu cuello y mostraré el alma
sedienta de mi dulce tradición emocional.
No deberás ponerte triste ni esconder
tus sentimientos nada recíprocos,
porque un día serás la nada despreciable suma
de los días solitarios que pensé en tu cuerpo,
que jugué con mis labios imaginarios
a quitarte la ropa imaginaria.

Un día cantarás bajo la lluvia
sin preocuparte de posibles enfermedades contagiosas,
protegida por un paraguas multicolor,
botas y chaleco de agua,
sonrisa y pelo revuelto de agua,
como si fuera la última lluvia de primavera
o la primera lluvia tras el diluvio universal.
Hablarás en lenguajes acuáticos como hablan
las viejas sirenas de mi infancia.

Un día enterrarás mis poemas en una fosa común.
Los poetas anónimos, expresionistas y simbolistas,
los poetas ausentes, absortos y nostálgicos,
los poetas, los autopoetas, los pseudopoetas y los mecanicopoetas
serán mis eternos compañeros de baile infernal.
Escucharás el roce de la tierra en la madera
y el lento pudrirse de las hojas amarillas.

Un día me acercaré a tu casa de chocolate.
En una mesa de leche y en una silla de miel
abordaré el misterio central de la existencia humana.
¿Por qué, si somos cientos de miles de seres,
siempre hay uno diferente que nos hace diferentes?

Un día te sentarás en el borde del camino
mirando el silbido trágico de los coches.
Marionetas que giran en un espectáculo de salón,
sin corazón, dormidos en el atardecer que brinda el sol.

Un día diré que te quiero con esas simples palabras, Te Quiero.
Un día deberás perdonar que diga simplemente Te Quiero,
después de tantos poemas y lecturas incomprensibles,
después de tantos pensamientos inescrutables,
después de tantos rodeos para no decir Te Quiero
cuando en el fondo no puedo ocultar que te quiero. 

jdlc, Visiones contemporáneas 2007.

martes, 7 de febrero de 2017

Crónica 92

Boceto en un cuaderno de rayas 
(Poema Dadaísta)

Nubes que son muros y expresan temor y desaliento.
Coches en carriles tortuosos, luces de neón y airbags sentimentales.
Palabras que son saludos en forma de poema romántico. 
Cuestión de modas: arte de plástico, inservible, caduco y nada visceral. 
Una muñeca en un juego de palacios con vestidos de princesa. 
Un payaso envejecido, días nublados azulados y lunas de papel 
colgadas en tu habitación pintadas de colores diferentes. 
Libretas para fumar en el café. Lápices de cientos de colores, 
espejismos naturales, pintura paisajística. Leve movimiento de los dedos 
analizando el perfil genético del televisor. 

El libro de silencios con la tapa gastada y agujereada.
El mar y un río o un lago en el mar. Estrellas y cometas. El largo 
movimiento de un cuarteto de cuerda que apaga las voces. Un estornudo. 
Otra vez el arte. Cuestión de modas. Tus ojos por primera vez. 
El centro de tus ojos por segunda vez. Mensajes radiofónicos 
colgados de un ventilador mal orientado. Música de videojuego, 
películas de animales, fotografías de mesas y fruta y platos abiertos, 
un reloj parado que marca una hora imposible del mañana. 

Y, sin embargo, ya no se mueve, ¡nunca se ha movido!, pueden condenarme.

jdlc, Visiones contemporáneas 2007.