Crónica 50

George Martin y el espectador privilegiado que asiste impasible al momento en que Eva come del árbol de la sabiduría.

jdlc, 16 marzo 2016

Crónica 51

La vuelta de los cero. Las canciones que escuchamos y que ya no estaban o que ya no esperábamos escuchar de esa forma, en directo, en su estado inicial o primigenio. La canción del espantapájaros. La posibilidad de que el dadá también vuelva y no estar a la altura, o completamente preparados. El eterno retorno y la nostalgia del ayer, y que todo parezca igual pero que, en el fondo, no sea lo mismo. La vuelta de los cero. Los días que pasamos escrutando las letras en busca de respuestas y que solo las melodías pudieran comprendernos durante un tiempo. Y que yo siempre recordara perfectamente el inicio de aquel sueño y todas tus palabras sobre el amor y el arte y el olvido, pero que nunca recordara si finalmente terminábamos por besarnos.

jdlc, 16 marzo 2016

Crónica 49

En cierto modo, las canciones de los cero (esto es, las letras de J.I.Lapido) causaban una sensación similar a la producida por la lectura del poema Cristo en la cruz de Borges. Esos versos finales, y que la poesía se permitiera esos versos finales, era toda una novedad. Igual que esas letras en aquellas canciones sobre los interrogantes contemporáneos y que, sin embargo, nadie pareciera estar escuchando. 

En cierto modo, la vuelta de los cero podría significar el fin de los sueños o el principio de la interpretación literal de los sueños o, tal vez, que llegó el momento de conocer cómo acabaron aquellos sueños de entonces.

jdlc, 13 marzo 2016

Crónica 48

Hay una canción de los cero (esto es, J.I.Lapido) sobre la imposibilidad de llegar a impresionarla que nos gusta. Nos parece una revisión del amor o una actualización del amor desde la modernidad. La belleza de una estatua de Poe, que tal vez ella nunca llegará a conocer (a Poe), es un punto de partida para la belleza. A veces nos preocupa, a veces nos sorprende, que aprendiéramos esas miles de historias para contarle...

jdlc, 12 marzo 2016

Crónica 47

Asistir al nacimiento de la belleza. Eso, más o menos, es lo que debió sentir George Martin cuando Lennon cantó por vez primera Strawberry Fields Forever. Y el nudo en la garganta, ante la guitarra y la voz débil, como insegura, en aquel invierno de Londres. 

jdlc, 12 marzo 2016