Nunca nos gustaron los cantautores, por aburridos y plastas, claro, y por el mensaje de profetas en posesión de la verdad absoluta.
Lo de Bob Dylan es un caso aparte porque se lo dejó al principio, muy al principio, y porque las canciones por encima de cinco minutos las cortábamos en el minuto cuatro, levantado la aguja del tocadiscos.
Pero hay un momento en que escribir kaikus es el eje principal de la existencia. Escribir, por ejemplo, "No es verdad, no he cambiado, en mis sueños siempre tienes veinte años", y saber que nunca podrás expresarlo mejor en tan pocas palabras.
Es verdad, no he cambiado.
Aunque tener siempre el mismo sueño, en una repetición que se asemeja a un eterno retorno minúsculo, es también aburrido y plasta, como los cantautores, a veces no existe la forma de remediarlo.
Llámalo, si quieres, enfermedad.
Estarás en mis sueños, estaré en tus sueños. Y volveré a repetirte el cuento de cada mañana porque, como dijiste, hace tiempo que ya no lo hago.
jdlc
Nota: Poema de Kirmen Uribe.
No es verdad. No he cambiado.
En mis sueños
siempre tienes veinte años.
Aunque tener siempre el mismo sueño, en una repetición que se asemeja a un eterno retorno minúsculo, es también aburrido y plasta, como los cantautores, a veces no existe la forma de remediarlo.
Llámalo, si quieres, enfermedad.
Estarás en mis sueños, estaré en tus sueños. Y volveré a repetirte el cuento de cada mañana porque, como dijiste, hace tiempo que ya no lo hago.
jdlc
Nota: Poema de Kirmen Uribe.
No es verdad. No he cambiado.
En mis sueños
siempre tienes veinte años.
Touché!
ResponderEliminar:)
Por cierto, estoy pasando a limpio los apuntes de Literatura Medieval, y mira:
ResponderEliminar"Vivir es ver volver", Azorín - eterno retorno
;)