La idea: salir volando hacia cualquier lugar que esté lo suficientemente lejos como para decir lo siento sin pensar en el tiempo. Lo abstracto de la idea: el tiempo en forma de kilómetros suspendidos en el aire. O en la carretera. Volar en el sentido figurado de viaje interior a ninguna parte más allá de la habitación.
Comprende.
Lo importante son los días que nos quedan hasta el verano y que seguirán después, extinguido el verano, en su afán por cronometrar las fisuras de la vida. Y yo estaré aquí, confeccionando pensamientos como fósiles que algún día deberás desentrañar de las profundidades. Microcosmos interior.
Y tras el tiempo, mis labios que te sueñan una vez más.
jdlc
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