A.W.
Años Inolvidables (fragmento)
Por esa época le pedí salir a Carlota. Fue sin ningún tipo de
romanticismo, bastante frío y en el centro de mi calle a finales de
invierno. Le dije, ¿Quieres salir conmigo?, y ella dijo, Sí. Y yo
seguí para mi casa y ella para la suya. Además no había nada de
sorpresa, pues estaba todo programada, yo le pediría salir y ella me
diría que sí. Fue Ali y Susana las que lo habían programado porque
compartíamos clase en el colegio, creo que estábamos en séptimo b.
Yo había dejado caer un comentario del tipo, Con Anis no saldría,
no me gusta, pero Carlota es otra cosa. Todo el mundo se metía
conmigo porque pensaba que me gustaba Anis, así que tuve que hacer
ese comentario. Y claro, en esa época, decir delante de dos chicas y
dos chicos, Carlota es otra cosa, hace encender miles de alarmas y
razonamientos imposibles que terminan días después con una frase en
el centro de mi calle, ¿Quieres salir conmigo? Era un martes,
estábamos en el centro del pueblo y no terminaba de encontrar el
momento para decirle la pregunta a Carlota. Así que horas después,
ya cansado y nervioso, comprendí que se había escapado, que se
había ido para su casa a cenar, eran las ocho o así. Caminaba por
la acera y comencé a seguirla a unos cincuenta metros de distancia.
¡Qué sencillo hubiera sido decir su nombre! ¡Carlota! Me hubiera
esperado y entonces le soltaría mi frase y ella su afirmación y
hubiéramos caminado hacia mi casa que estaba antes que la suya. Pero
era tímido y ella ya había pasado por mi casa, así que no se me
ocurrió otra cosa que empezar a correr por otra calle, pasar por
delante de su casa y afrontarla en mi calle, sin esperarla, caminando
hacia ella, como envalentonado por la carrera. Cómo recuerdo la
carrera imposible, sorteando a las mujeres que salían de misa de
ocho, corriendo como un caballo desbocado, para llegar a tiempo, para
que aún no entrara en su casa. Y entonces, salí a mi calle,
andando con el corazón en la boca y al decirle, ¿Quieres salir
conmigo?, mi corazón saltaba y ella pudo estrujarlo y acariciarlo.
Sí, mañana nos vemos. Y un mes después cortaba, no recuerdo el
motivo, pero yo era tímido y no podía retenerla en mis manos, ni
besarla si ella antes no me besaba, pero sigo amándola tiernamente,
aunque ella meses después iniciara una relación que dura todavía,
miles de años después. Gracias a ella me hice un astronauta en
potencia y un aficionado a las nubes y al futuro de las otras
personas. Carlota había estado antes con Tom, cuando era un héroe
local del béisbol, y creo que se habían besado, pero lo supe por
Tom, Carlota nunca dijo nada.
jdlc (Años inolvidables, agosto 2007)