lunes, 2 de enero de 2017

Crónica 89

jdlc
Temas de trabajo. Kubrick y el monolito. Kafka y el castillo o la montaña sobre el castillo o el punte levadizo que prefigura la montaña y el castillo. La oscuridad y que la luz no sea o ya haya sido. El último habitante del planeta.

jdlc, 2 enero 2017

El último habitante del planeta  

El último habitante del planeta. Sin mujer, 
sin niños, coleccionando piedras. 
                                                     ¿Para quién? 
Esculpiendo figuras en piedra. 
Desnudo. Esperando la muerte. 
Confeccionando música con piedras. 
                                                        ¿Para quién? 

Alimentando reciprocidades. Sin lágrimas, 
sin risas. Casi muerto e inerte. Y, sin embargo,
amando sin destino, sin dirección, como una botella
en el mar, atolondrada y perdida. 

Olvida la escritura. No tiene miedo. Grita. 
Espera unos días y vuelve a gritar. 
Aunque sabe que nadie le escucha 
                                                grita cada día al despertar.
También en la oscuridad que interroga su identidad. 

No le importa no ser escuchado, ha nacido 
para no ser nunca escuchado. Ha nacido 
para ser el último habitante del planeta. 
Lanza una piedra, lanza dos piedras. 
Quiere tres, no puede. Llora unos instantes. 
Vuelve a gritar. 

Recuerda a sus padres y no sabe 
                                                 que eran sus padres. 
Recuerda el olor fuerte, la barba que pende 
frondosa del rostro, las caricias en el cuerpo y la piel
erizada. Son seres anónimos que recorren sus sueños. 

Cae el sol. Hace frío. Busca dos piedras 
                                                         que reinventen el fuego. 
Las chispas saltan sobre las ramas secas. 
Hay unas hojas que dan inicio al Quijote. Pronto iniciarán 
el fuego primigenio que caliente al último habitante del planeta. 

Pronto arderá el último libro del planeta. Sin mujer, sin niños. 

jdlc, Visiones contemporáneas. 2007. 

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