viernes, 22 de agosto de 2014

Anónimo


La noche estrellada. Vincent Van Gogh.
Anónimo

El vagabundo inspecciona el cubo de basura

en una forma innovadora de arqueología.

Menos delicada, me dirás.

                                           Es cierto, también

menos recomendada y aceptada.

Es el ritmo que marcan los tiempos.



Después tomará los cartones y los harapos,

el perro huesudo sin pelo y la mochila,

y buscará el cajero automático indefenso.

Es la evolución natural del hombre de las cavernas.



El vagabundo lanza una mano o un sombrero

a la calle desierta de sentimientos anónimos.

Piensa que los cuerpos mecánicos se mueven

hechizados por las luces parpadeantes de los comercios.



Es curioso este mundo de amargos contrastes.

Antes pasaban miles de años para que otros

rescataran del olvido y del silencio

las culturas sepultadas por el paso del tiempo.



Ahora, el vagabundo inspecciona las bolsas de basura

rescatando una cultura contemporánea, demasiado caliente.

Y no le mueve la curiosidad, ni el ansia de respuestas,

ni utiliza delicadas herramientas que no dañen la espera.



Tiene hambre y sed, y un cielo enigmático de estrellas

como techo provisional y transitorio.

                                                           Si el mundo quiere, claro.

jdlc (Visiones Contemporáneas, sept 2007)

Nota:
“El vagabundo inspecciona el cubo de basura / en una forma innovadora de arqueología”. Así, sin más, y después el silencio. Porque no hay nada más que escribir. Porque nada es posible decir que refleje mejor lo que pensamos o intuimos como mundo o sociedad: inspecciona-forma-innovadora, vagabundo-cubo. Y basura y arqueología. Tal vez no sea adecuado asemejar los restos arqueológicos con la basura que dejaron nuestros antepasados. Tal vez no sea posible afirmar que arqueología también es vaciar el cubo de basura. Pero lo escribimos, y esperamos el silencio. El poema “Anónimo” como forma de protesta contra el silencio existencial. La caverna ahora es el cajero automático que, inevitablemente, el vagabundo asaltará cada noche. Y el cielo incomprensible de estrellas... y, otra vez, el silencio... “El vagabundo inspecciona el cubo de basura / en una forma innovadora de arqueología”, y entonces ya no es posible volver a escribir poesía. jdlc, 22 agosto 2014.
 

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