La vuelta de los cero. La ilusión de
repetir los momentos por una vez en la vida. Los Böllanianos que, a
pesar de todo, seguimos creyendo en el resurgir de la belleza. Las
canciones como antídoto contra el silencio existencial. Y que el
silencio existencial ya no importe al mundo como no importan las
melodías tristes que retrotraen el pasado. La vuelta de los cero. El
espantapájaros jubilado por los discos compactos inservibles que
ahora cuelgan de los árboles. Los motivos para impresionarte, para
seguir impresionándote. Y que yo te advirtiera del peligro de las
palabras y que fueran precisamente las palabras las que terminaran
diluyendo la amistad o el amor o el odio. La definición de tristeza.
La vuelta de los cero.
jdlc, 10 noviembre 2015
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