sábado, 28 de abril de 2012

Ella y yo

she & him
Lo normal era que una mañana dejaras de mirar las cosas como recién llegada de la época del renacimiento, no por tu falta de interés hacia las nuevas tecnologías, más bien por tu forma de ver en todos lados cúpulas de Brunelleschi, en la forma y en el fondo.

Y era en eso donde yo, sin saberlo, había basado mi parte del amor. En tu despertar explosivo hacia el nuevo día. En tu medida renacentista de los momentos cotidianos. Pero aquello no podría durar, me decía, por una eternidad. No siempre podría esculpir un David de mármol en miniatura. No siempre mis manos olerían a pintura como aquella vez que pintamos la pared de casa y el suelo quedó convertido en un cuadrado de vanguardia minimalista.

No siempre sonaría la misma canción. Ya sabes, ella era una mujer primitiva.  

Era normal que una mañana se torciera la antena del tejado y no sintonizáramos más que radios aburridas y canales de vendedores ambulantes y opacos videntes. Los primeros síntomas de un mundo en perpetuo colpaso que nos catapultaría hasta el primer día de colegio allá lejos en la infancia. Y entonces... 

Big Bang...

Y entonces... 

Big Crunch...

Pero las palabras enigmáticas una mañana, "yo he amado esa cúpula durante tantas noches que casi he perdido su presencia original", ¿qué podían significar después de tanto tiempo?

jdlc

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