domingo, 12 de mayo de 2013

Principito IV


El Principito y la tarde que no acaba al caer el sol. Las palabras que me escribiste porque decírmelas era rozar el imposible del amor o el límite superior de los sentimientos. El Principito que ya no leo. El Principito que otros no han leído pero recuerdan, saben, que lo esencial es invisible a los ojos

Frases de estar por casa. Frases de diccionario o revista de fin de semana. Frases de autoayuda para el día a día o filosofía low-cost para el tiempo libre.

La tarde que al caer el sol finaliza lo que comenzamos una vez como comenzábamos las novelas de entonces: nunca por la primera página. La tarde que comenzamos a leer El Principito y nos quedamos, como otras veces, ensimismados en la dedicatoria. Leon Werth cuando era niño. Tú y yo cuando éramos niños. Tú y yo el día que volveremos a ser niños. 

Me lo dijiste una vez y creí no entenderlo: te quiero ahora y te quise cuando eras niño. ¿Sin conocerme entonces? Sin conocerte entonces. Conocerme, dijiste mucho más tarde, era la forma natural de encontrar lo esencial, lo invisible a los ojos, y terminar de amarte, amándote por el principio. Como en un sueño o como en una canción que habla de un sueño. Así de simple. 

jdlc

Apuntes:
  1. Recuerdo (¿es necesario recordarlo?) que en alguna parte del libro se dice que lo esencial es invisible a los ojos, y tal vez no sea del todo cierto. 
  2. Alguna vez dijimos que lo mejor, sin duda, era la dedicatoria.
  3. A veces lo seguimos pensando. 
  4. Principito
  5. Principito II
  6. Principito III
  7. La esencia y la existencia pueden estar relacionados o puede que no. 
  8. Si la esencia precede a la existencia o si es la existencia la que precede a la esencia, ¿cómo se modifica la frase del Principito?
  9. El Principito, una rosa y tres o cuatro volcanes: futuro del verbo existir. 

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