viernes, 15 de julio de 2016

Crónica 59


Serás mi chica para las noches más tristes, le dijo, y entonces el amor quedó difuminado o aletargado, el amor atrapado entre dos sueños, y alguien susurraba o cantaba una melodía de niños a lo lejos.

El tiempo era así: primero surgía el beso y luego se apagaba la luz. El tiempo era, a veces, una nube o una palabra, y otras veces un juego de miradas o un final del mundo que acumula más y más nostalgia.

Le dijo, Serás mi única chica para las noches más nostálgicas. Ella parecía (la expresión mínima en los ojos) estar casi ausente de todo o a la espera del nacimiento de la belleza. 

jdlc, 15 julio 2016

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